El baile de la guardiana que no se arrepintió.
Cuando el terror puede ser tu vecino.
La pronta liberación de MGL, ¿y entonces qué?
El 09 de Abril de 1987 Un grupo senderista ataca la cebichería “El Piano”, restaurante cercano al cuartel de la División Blindada en el Rímac. Mueren 02 oficiales del Ejército y 05 civiles. En aquel entonces estaba cerca de cumplir 10 años, y esto ocurrió al otro extremo de la cuadra donde estaba la casa de mi abuela, aún recuerdo como se estremecieron las estructuras de la casa y la confusión de saber que no era un temblor que ya, a esa edad, podía identificar claramente. Al salir y ver policías, vehículos de la policía y gente muerta imprimió una imagen en mi mente de ver el dolor causado por el odio mezclado con mi propio miedo.
He convivido como muchos de ustedes con algún tipo de recuerdo sobre el terrorismo que vivimos en los 80s, y no fue fácil de sobrellevar. Y estoy seguro que muchos no pueden evitar tener un recuerdo fugaz de esos tiempos cuando escuchamos una explosión a lo lejos y a los pocos segundos se iba la luz. Con ese tipo de recuerdos, hemos tenido que ser forzados a convivir.
A partir del 11 de Septiembre, tendremos además que aprender a convivir con Maritza Garrido Lecca, la terrorista en libertad, porque si bien es cierto ya cumplió su condena, no demostró arrepentimiento alguno con el hecho de haber ocultado al cerebro de una organización terrorista y criminal como lo fue Sendero Luminoso, en el segundo piso de su casa, porque en el Perú no hubo Conflicto Armado Interno (CAI), eso NO ES CIERTO, hubo terrorismo, pero han acuñado el CAI, porque si hubiera sido Terrorismo entonces tendrían otra calidad de penas. Entonces, llamarlo Conflicto Armado Interno es un triunfo para los terroristas y un error de la sociedad civil el aceptarlo.
Tendremos pues que aprender a convivir también con una persona sin arrepentimiento, con revistas donde la tendrán en portada, quizás COSAS, o nuevamente SOMOS en lindo papel, a todo color y 19 paginas o quizás en algún programa de baile. No solamente yo, sino los vecinos de Tarata, los familiares de Maria Elena Moyano, y de los cientos de policías muertos en diferentes partes del país, inocentes que si bien es cierto podrían haber sido parte de una sociedad indolente, no merecían bajo ningún punto de vista, estas tragedias en sus vidas y NADA puede justificar eso.
Nos piden ser tolerantes con quienes fueron intolerantes con nosotros y con nuestras propias vidas, o al menos con nuestra forma y/o calidad de vida. Quizás haya pagado su deuda, la cual es poco para reparar el gigantesco daño que provoco directa e indirectamente la organización que lideraba aquél a quien ella daba guarida y posada, pero lo que nunca va a poder pagar es esa impresión que muchos tenemos en nuestras mentes.
Ahora, lo peligroso no es ella, sino el séquito de personas que en nombre de la democracia, serían capaces de darles un sitio en algún partido o hasta en el congreso, con la cara lavada, luego de tanta publicación tonta, mofa y boba.
¿Seremos tan ingenuos de caer nuevamente en esa trampa de ser tolerantes con el intolerante, porque es una víctima de este sistema opresor y por eso se volvió terrorista? Luego de tantos muertos y tanto sacrificio, es eso lo que hemos aprendido. ¿Seguiremos creyendo esa estupidez del “terrorismo de estado” en contra de quienes llevaron a cabo “una guerra interna”, es decir el terrorista fue el estado y no ellos?
En Mayo de1982, Abimael Guzmán fue cercado en la casa de su suegro en Magdalena, pero no lo capturaron por “encontrarse muy enfermo” y en aquél entonces no se le quería dar la oportunidad de “victimizarse”. Así de débiles y descuidados fuimos, así como hoy, con una publicación escandalosa en SOMOS de 19 páginas, así de descuidados somos, hasta que un día despertaremos teniendo que vender nuestras cosas, despedirnos de nuestros hijos y peleando por obtener un pasaporte para ir a hacer nuestras vidas en otras tierras.